El republicano afirma tras verse en la Casa Blanca con el líder de Ucrania que Europa ofrecerá a Kiev garantías de seguridad coordinadas por EE UU.

Donald Trump ha podido culminar las reuniones en Washington con Volodímir Zelenski y los líderes europeos con mejor resultado que la cumbre de Alaska. Al finalizar la jornada, el presidente estadounidense ha dicho que está preparando un encuentro entre el presidente ucraniano y su homólogo ruso, Vladímir Putin. No hay fecha ni lugar aún. Por el momento, el Kremlin tampoco lo ha confirmado oficialmente, pero el anuncio es fruto de una llamada entre Trump y Putin este mismo lunes. 

«Después de que tenga lugar esa reunión, celebraremos un trilateral, que consistirá en los dos presidentes, más yo mismo. Una vez más, fue un muy buen primer paso para una guerra que ya dura casi cuatro años», ha escrito Trump en Truth Social. El presidente también ha valorado positivamente los encuentros con los líderes europeos y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. «Durante el encuentro hablamos de las Garantías de Seguridad para Ucrania, que serían proporcionadas por los distintos países europeos, en coordinación con los Estados Unidos de América. Todos están muy contentos con la posibilidad de la paz para Rusia/Ucrania».

Cuando Trump ha recibido a Zelenski en el Despacho Oval, ya se ha mostrado optimista sobre un eventual encuentro a tres con Putin. «Creo que, si todo sale bien hoy, tendremos una trilateral», afirmaba al lado del presidente ucraniano, que en esta ocasión ha acudido vestido con americana y camisa. La renuncia al traje militar después de ser acorralado a gritos en esa misma habitación también refleja cómo Kiev ha tenido que ceder ante las presiones de Washington. Incluso por lo que respecta a las concesiones territoriales.

Durante la multilateral con los europeos, Zelenski se mostró abierto a ceder territorio. Aunque lo vinculaba necesariamente a una reunión con Putin. El ucraniano, que durante meses ha tenido que soportar que Trump cargue sobre él la culpabilidad de la guerra, devolvía la pelota al país invasor. Putin siempre ha rechazado la idea de compartir mesa con Zelenski, ya que supondría reconocerlo como un igual en las negociaciones.