Una vez más, productores rurales de Calingasta sufren las consecuencias de los ataques de jaurías, una problemática persistente que sigue sin respuesta concreta. Esta vez, el hecho ocurrió en una finca ubicada al norte de Sorocayense, propiedad de Luis Rojas, quien al amanecer descubrió que varios de sus animales habían sido atacados y muertos por perros.

Según informó Radio Manantial, los perros ingresaron durante la noche y provocaron una importante pérdida económica. Este nuevo episodio vuelve a poner en evidencia el riesgo que representa la presencia de jaurías sin control, tanto para la producción ganadera como para la seguridad de los vecinos.

Este caso se suma al ocurrido el pasado 6 de mayo, cuando el productor Lucas Ibazeta denunció uno de los peores ataques que vivió desde que comenzó con su emprendimiento en la Finca San Isidro, en la localidad de Hilario. En esa ocasión, una jauría ingresó al campo y aniquiló todo su plantel ovino, incluidas hembras preñadas, un macho reproductor y varias borregas jóvenes.

“Nos mataron todo el plantel”, relató Ibazeta con indignación. “Lo más frustrante fue que al ir a hacer la denuncia, en la comisaría nos dijeron que primero debíamos averiguar de quién eran los perros. Y nos adelantaron que, probablemente, no habría ninguna respuesta”.

El productor también recordó que hace unos meses fue víctima del robo de un macho y dos corderos, pero a pesar de haber brindado información sobre posibles sospechosos, el caso no avanzó. Sobre el reciente ataque, agregó: “La única sugerencia que me dieron fue que me encargara yo mismo de los perros. Pero no creo ser quien deba tomar una decisión así, ni mucho menos ejecutarla”.