Un día antes de Navidad: Ulises Jofré dio vida a siete niños a través de la donación de órganos

Escrito por Redacción SJN

24 Dic

Tras una larga lucha por su vida, el pequeño Ulises Jofré falleció el 23 de diciembre. Su madre, Jésica, tomó la difícil decisión de desconectarlo y donar sus órganos, permitiendo que otros niños recibieran una nueva oportunidad de vida.

Ulises Jofré, un niño de seis años, dejó una huella imborrable en la vida de su familia y de quienes recibieron sus órganos como regalo de vida. El 17 de diciembre, mientras permanecía internado en el Hospital Rawson, Ulises celebró su cumpleaños número seis. En su habitación, su madre, Jésica, lo vistió con ropas bonitas y decoró el espacio con globos y carteles, buscando darle una dosis de alegría en medio del sufrimiento. Ese día, tras meses de angustia y dolor, Jésica tomó la decisión más difícil: liberar a su hijo del sufrimiento desconectándolo de las máquinas que sostenían su vida.

La enfermedad de Ulises había comenzado cuando tenía solo 4 años, tras un accidente doméstico que lo dejó con graves secuelas neurológicas. A lo largo de los años, el pequeño se fue viendo afectado por la pérdida progresiva de sus capacidades físicas y cognitivas. A pesar de la dedicación y el esfuerzo de sus padres, su salud fue empeorando, y en los últimos meses, la situación se tornó insostenible.

Un acto de generosidad inigualable
A pesar del desgarrador diagnóstico, Jésica decidió no solo despedir a su hijo, sino dar un paso más allá: donar los órganos de Ulises para salvarle la vida a otros niños. Tras recibir la confirmación de los médicos sobre el estado de los órganos de Ulises, que se encontraban en condiciones óptimas para la donación, Jésica se convenció de que el sufrimiento de su hijo podría dar lugar a la esperanza para otros.

La decisión de donar los órganos fue tomada con mucho amor y generosidad. «Durante las internaciones de Ulises vi muchos niños partir porque no llegaba un órgano. Pensé que, si la luz de mi hijo se apagaba, otras podían encenderse gracias a él,» comentó Jésica. De este modo, en vísperas de Navidad, un operativo médico de ablación fue puesto en marcha. A las 9:00 de la mañana del 23 de diciembre, médicos del Hospital Garrahan llegaron al Aeropuerto Las Chacritas, y una hora después, Ulises fue preparado para su último viaje, mientras los pasillos del Hospital Rawson se llenaban de aplausos.

La despedida de un héroe
El procedimiento de ablación de órganos fue realizado con sumo cuidado y respeto. Ulises fue despedido por médicos y enfermeros como un verdadero héroe. En ese momento, Jésica, quien siempre estuvo junto a él durante sus años de lucha, lo acompañó hasta el último instante, incluso cuando el niño fue llevado al quirófano. La decisión de donar sus órganos permitió que siete niños recibieran una nueva oportunidad de vida, un regalo que trascendió el dolor de la familia.

El legado de Ulises
Aunque el pequeño no pudo conocer el impacto de su partida, su madre confía en que tomó la decisión correcta. «Su luz se apagó, pero se encendieron otras,» expresó Jésica, al recordar cómo el amor y la generosidad de su hijo brindaron esperanza a otras familias. Ulises Jofré se convirtió en un verdadero milagro navideño, dando vida a siete niños que, gracias a su madre, pudieron seguir luchando por su vida.

Su historia se convirtió en un testimonio de amor y sacrificio. En las salas velatorias de la Municipalidad de la Capital, se le rindió homenaje al pequeño héroe, mientras su madre compartía su historia de valentía y esperanza, inspirando a otros a reflexionar sobre la importancia de la donación de órganos y el amor incondicional de una madre.

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