Peter Horn, padre de Julia, recorrió el sendero en el que cayó y murió su hija

Escrito por Redacción SJN

30 May

“Aunque nuestros corazones están llenos de dolor en este momento, no debemos llorar a los muertos, sino celebrar la vida", aseguró conmovido.

Julia perdió la vida tras caer a un barranco en el cerro Tres Marías. Su pasión por la montaña, heredada de sus padres, la llevó a explorar numerosos paisajes, incluso los Alpes, junto a su familia. Dos días después de la autopsia que confirmó su muerte por una caída, su padre, Peter Horn, permanece en San Juan para finalizar los trámites legales.

“En estos momentos de dolor, debemos celebrar la vida y no llorar a los muertos. Sé que eso es lo que Julia hubiera deseado”, expresó conmovido Peter. Según él, Julia siempre persiguió sus pasiones y logró impactar positivamente a muchas personas. Agradeció profundamente el apoyo recibido: “Estamos abrumados por la ayuda y la compasión que nos han mostrado aquí. Ha significado mucho para mi mujer y para mí. Que completos desconocidos nos hayan ofrecido consuelo, demuestra el gran corazón que tiene la gente en Argentina”.

Cristine, la madre de Julia, ya ha regresado a Alemania. Sin embargo, Peter decidió cumplir un último deseo: recorrer el sendero donde su hija encontró la muerte. Acompañado por un colaborador de la ONG Youth For Understanding (YFU) y guías capacitados, Peter llegó al sendero donde Julia cayó en una grieta de 30 metros.

Julia había llegado a Argentina un mes antes de su trágica muerte para participar como voluntaria en la ONG YFU, que se dedica a intercambios estudiantiles. Antes de San Juan, estuvo en Santiago del Estero y Catamarca promoviendo el programa internacional. Después de San Juan, tenía planes de viajar a Mendoza, Neuquén, y luego cruzar a Chile, donde la esperaba una familia que la había hospedado durante su primera visita a Sudamérica a los 14 años.

El 23 de mayo, Julia salió a hacer trekking al cerro Tres Marías y permaneció desaparecida durante cuatro días. Fue hallada sin vida 12 kilómetros adelante, en la Quebrada de Zonda, cerca del autódromo de San Juan. Sus padres llegaron desde Alemania el lunes, el mismo día en que su cuerpo fue avistado por el piloto de un helicóptero policial y un guía del Club Andino Mercedario.

“Su pasión eran las montañas, la naturaleza, y recolectar rocas en su mochila durante sus trayectos”, comentó Diego Ardouin, coordinador de YFU, quien acompañó a Peter en su recorrido hasta el lugar del accidente. Ardouin destacó que, según los padres de Julia, ella vivió plenamente haciendo lo que amaba. “No debemos estar tristes, sino celebrar la vida”, concluyó.

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